Me llamo Natalia Quetglas, vivo en Palma de Mallorca junto a mi bonita familia compuesta por mi marido Javier y mis hijas Clara y Alba. Ellos me ayudan a mejorar un día a día como persona, compañera y madre.
Desde siempre supe que me dedicaría a la infancia, por ello al terminar la carrera realicé el Postgrado oficial de Fisioterapia en Pediatría y desde entonces toda mi actividad y formación ha ido dirigida a especializarme en este campo. Además, complementó mi perfil profesional formándome en Psicomotricidad educativa y reeducativa, especializándome, después, en Psicomotricidad Terapéutica. También me formó como Educadora de Masaje Infantil (certificada por la IAIM). Durante años, colaboró con la UIB siendo tutora de prácticas de alumnos de fisioterapia y ayudó en diferentes jornadas de atención temprana colaborando en ponencias. A dia de hoy, sigo formándome para poder ofrecer lo mejor de mí a los niños y sus familias.
Llevo dedicado más de 10 años a trabajar con niños y sus familias en un centro de Atención Temprana (APROSCOM Fundació, en Manacor), donde tuvo la oportunidad de formar parte en el proyecto de transformación hacia un nuevo modelo de intervención, siendo pioneros en Baleares en la implementación del Modelo Centrado en La Familia y en los entornos naturales. Dicho modelo se basa en la evidencia científica y parte de la idea de que los niños aprenden con sus cuidadores principales, durante todo el día en sus entornos naturales, por repetición de actividades libres y voluntarias como respuesta a sus necesidades del día a día.
A lo largo de los años y desde el punto de vista de la Psicomotricidad, he aprendido a acompañar a los niños, desde la observación y la escucha continua, favoreciendo su desarrollo desde sus capacidades y no desde sus limitaciones, trabajando siempre desde su deseo, respetando su ritmo y a través del juego.
Y gracias a la experiencia compartida con las familias y sus hijos en sus hogares, he aprendido a trabajar y acompañar desde las preocupaciones y necesidades de los padres, entendiendo que nadie mejor que ellos conoce a sus hijos y que aprovechando su día a día y los recursos de su entorno favorecemos su desarrollo al máximo.
La maternidad me ha ayudado a darle sentido a todo lo vivido y aprendido, a comprender la verdadera importancia que tiene todo lo que envuelve al niño, la familia y su entorno. De ahí mi inquietud y deseo de seguir acompañando de la mano a las familias, junto a sus hijos, y crecer junto a ellas.