Mi nombre es María, soy mamá y educadora infantil especializada en primera infancia, además de fundadora de este bonito proyecto llamado Viviendo con Peques, desde el cual acompaño a familias para que consigan una crianza más feliz y consciente y sobre todo, con menos gritos y estrés.
Desde pequeñita supe que mi vida laboral estaría relacionada con niños, siempre me gustó cuidar de cualquier peque que estuviera cerca de mí y es por esa razón, que decidí formarme para ello. Durante más de 12 años (2005-2018) trabajé en diversas Escuelas Infantiles y Colegios de mi ciudad, aunque fue en 2012 cuando mi vida cambió por completo al convertirme en mamá.
Con la llegada de mi hijo Álvaro descubrí que muchas de las cosas que había estudiado para ser educadora, no me servían como madre. Os puedo asegurar que educar a los hijos de los demás es una tarea relativamente sencilla, pero cuando se trata de los tuyos propios todo se complica mucho más.
Siempre me ha gustado estar en constante formación, pero al convertirme en mamá todavía más. He invertido mucho tiempo en estudiar, leer, y sobre todo, poner en práctica lo aprendido; y también en descubrir lo que iba funcionando y lo que no, para sacar conclusiones de todos los errores cometidos en el camino. Pensé que habría muchas familias pasando por lo mismo que yo, y desde mi inquietud por poderlas ayudar y acompañar, decidí, en 2013, compartir todo ese proceso con el resto del mundo. Fue así como el 14 de agosto de 2013 nacía «Viviendo con Peques»
Desde ese momento, he continuado ampliando mis conocimientos, también he escrito cientos de artículos, creado talleres y formaciones específicas para familias y centros escolares, incluso he llegado a organizar dos grandes Congresos para Familias en mi ciudad, Zaragoza.
Durante 7 años compaginé el proyecto de “Viviendo con Peques” con trabajos por cuenta ajena en Centros Infantiles y grandes empresas y tras la inesperada pandemia de 2020, decidí apostar por este sueño y acompañar, todavía más de cerca, a todas las familias que necesitan un apoyo en este bonito (y a la vez complicado) camino llamado ma(pa)ternidad.